viernes, 11 de noviembre de 2011

El deleite: el espacio en la arquitectura

El deleite o la estética de los edificios es lo más llamativo para las personas, mas sin embargo no tan importante en la construcción. El arquitecto manipula espacios de muchos tipos. En primer lugar hay que hablar del espacio físico, que puede definirse como el volumen de aire limitado por las paredes, el suelo y el techo de una sala. Este espacio puede ser computado fácilmente y expresado en varios en forma de metros cúbicos o de pies cúbicos. Pero también existe un espacio perceptible, que es el que puede ser percibido o visto. Este espacio especialmente en edificios con paredes de vidrio, puede ser realmente dilatado e imposible de cuantificar. Otro espacio que tenemos también es el espacio conceptual, que tiene cierta vinculación con el perceptivo, puede definirse como el mapa mental que llevamos en la cabeza, o sea el plano que queda almacenado en nuestra memoria. Los edificios que funcionan bien son aquellos que los usuarios pueden comprender fácilmente con su imaginación y en los que pueden desplazarse con soltura, casi sin necesidad de que nadie se los enseñe. El arquitecto también interviene decisivamente en la configuración del espacio funcional, que podría definirse como aquel en que realmente nos movemos y usamos.

La columna y el dintel

En el tema de solidez hay un sistema de construcción muy utilizado en arquitectura, llamado la columna y el dintel, el origen de la estructura es el muro, sea de piedra, de ladrillo, de adobe o de bloques de barro, de bloques de vidrio o de cualquier otro material. Pero una habitación totalmente rodeada de muros no tiene luz ni vistas, luego es necesario abrir huecos. Para abrir un hueco, es preciso sostener los bloques o ladrillos que hay encima de él, y ello se consigue mediante una viga (de madera, o de metal a partir de 1750) o un arco. Esa viga que se inserta en el muro para sostener la pared de arriba se llama dintel. La pared también podría eliminare, por así decirlo, y sustituirse por bloques más delgados apilados formando columnas, con dinteles cubriendo los espacios entre ellas. El sistema estructural de columna y dintel, de poste y dintel o, dicho de forma más actual, de pilares y de jácenas, es tan antiguo como la propia construcción con materiales permanentes.

                                                

Solidez

Otro elemento arquitectónico para poder entender la arquitectura es la Solidez, ósea como se sostiene un edificio. La parte más aparente de un edificio es su estructura, o lo que lo hace permanecer en pie. Esto es más evidente en los tiempos actuales que en el pasado, ya que los arquitectos e ingenieros se deleitan en crear estructuras cada día más esbeltas, como si quisieran desafiar a la gravedad. La tensión que experimentamos al contemplar una estructura tan delicada que parece en peligro de colapso inminente nos ilustra sobre la diferencia entre estructura física-literalmente, los huesos del edificio- y estructura perceptible, es decir, lo que vemos. No son la misma cosa, ya que en una columna puede ser mucho más grande de lo estructuralmente preciso, simplemente para darnos la sensación de que tiene la suficiente resistencia para cumplir su fin. Tal es el caso de las macizas columnas del templo de Poseidon en Paestum (Italia).

Tipos de funcionalidades

El elemento de funcionalidad se compone de varios tipos de funcionalidad, el más básico es la utilidad pragmática, o sea, el acomodo de un uso o de una actividad determinado a una sala o espacio especifico. Una habitación puede utilizarse para tener una simple cama para dormir, puede ser un despacho con un escritorio, o bien puede ser una gran sala de reunión o cualquier otro espacio público. La mayoría de los edificios naturalmente están compuestos de numerosas habitaciones, con funciones vinculadas entre sí. Por lo mismo la gente necesita desplazarse de una habitación a otra, razón por la cual surge otro componente que se llama, la función de circulación, es decir la creación de espacios para dar acomodo, dirigir y facilitar los movimientos de una zona a otra es casi tan importante como la función utilitaria. Los edificios también tienen una función simbolica que se supone una manifestación visible de su uso. Por lo general siempre esperamos algún tipo de correspondencia entre el uso que un edificio sugiere y lo que realmente es. También existe una función psicológica que se podría definir como la satisfacción optima de todos los tipos de función que acabamos de describir. Tal vez, el arquitecto moderno que mejor consiguió a la función psicológica fue el norteamericano Louis I. kahn, como demostró en el instituto Biológico Jonas Salk, en la jolla (california), construido entre 1959 y 1965. Al igual Kahn realizó un agudo análisis del conjunto de funciones que debía cumplir el laboratorio y llegó a la conclusión de que resolver la función puramente utilitaria, proporcionando espacio para realizar los experimentos, era solo una parte de su tarea.

Utilidad

Como habíamos dicho antes, para entender la arquitectura hay 3 elementos, utilidad, solidez y deleite, ósea la estética del edificio. En este caso hablaremos de uno en especifico, el cual es la utilidad. Para poder abordar este elemento arquitectónico necesitamos hacernos una pregunta a nosotros, ¿Cómo funciona un edificio?, y para esta pregunta primero tenemos que saber que por utilidad, se entiende que es la disposición de las habitaciones y los espacios de forma y manera que no hubiera trabas a su uso y que el edificio se adapte muy bien al emplazamiento. La definición tripartía vitruviana de arquitectura va a ser la base de la exposición, empezando por el elemento que, a primera vista, podría parecer más directo pero que, a mediados del siglo xx, mostró ser sumamente problemático. Este elemento, el primero citado por vitruvio, es la función. La función o utilidad pragmática de un objeto o si se prefiere, su aptitud para un uso particular es un criterio que ya fue analizado por filósofos o historiadores griegos como Platón, Aristóteles o Jenofonte.

El Partenón como ejemplo arquitectónico



El Partenón es un ejemplo muy bueno para poder darnos cuenta de cómo se aplica el elemento de funcionalidad en la arquitectura, ya que muchos arquitectos de la actualidad están aplicando el mismo método de construcción a sus obras. El Partenón  cumple con su función y a la vez tiene estética para poder dar esa sensación de goce, etc., al usuario para el que está destinado a utilizarlo. Es por eso que les dejo este video para que puedan visualizarlo y entenderlo del porque varios arquitectos lo están usando como ejemplo. El video también muestra las obras donde se está usando este método y los arquitectos que lo aplican.